MARAÑÓN INTENTA NEGOCIAR LA PAZ EN PARÍS
EL ASESINATO DE VARIAS PERSONALIDADES DE DERECHAS provocó en Gregorio Marañón un sentimiento descorazonador, que le llevó a abandonar España en 1937 e instalarse en París. Allí, su casa se convirtió en un ir y venir de españoles de los dos bandos. En el comedor de su vivienda parisina almorzaban tanto altos dignatarios del Gobierno de Burgos como personas influyentes del bando republicano. Por ello, siendo Juan Negrín presidente de la República, Marañón se puso en contacto con uno de sus hombres de confianza, Indalecio Prieto (por aquel entonces, ministro de la Guerra), para que este mantuviera en su casa una conversación secreta con Serrano Suñer (en la foto), cuñado y mano derecha de Franco, destinada a negociar el fin de las hostilidades. Negrín autorizó las conversaciones con la condición de que, si se les daba publicidad, negaría haber tenido conocimiento de ellas. Prieto, en vista de eso, no quiso participar al final en las negociaciones. Al mismo tiempo, en el lado franquista, Serrano Suñer pidió autorización a Franco para mantener la entrevista con Prieto y el Generalísimo se opuso rotundamente. De esta forma, el intento de negociar la paz propuesto por el doctor Marañón fracasó.