La ayuda a los heridos al acabar la guerra
Desde el 15 de diciembre de 1938 al 10 de febrero de 1939 se consiguió sacar de España a 10.300 heridos de guerra: había caído ya Barcelona y fueron evacuados a Francia. Uno de los que ayudaron en la misión fue un miembro de la Quinta del Biberón, Eduardo Pons Prades, que con 16 años se había alistado en el ejército republicano falsificando su edad. Al parecer, el nombre de la “Leva del Biberón” se debe a Federica Montseny, que se refirió a todos aquellos jóvenes dispuestos a alistarse de esta manera: «¿Diecisiete años? ¡Pero si todavía deben tomar el biberón!».
EVACUACIÓN DE EMERGENCIA
Cuando los últimos bastiones republicanos fueron cayendo y se atisbaba el fin de la contienda, las fuerzas milicianas se organizaron para poder evacuar a los miles de enfermos ingresados en los hospitales de la zona republicana.
Así, hasta poco antes del parte del 1 de abril del 39 en el que Franco informó de que la guerra había terminado, fueron llevadas miles de personas desde Barcelona a los campos de refugiados franceses. El éxodo masivo que cruzó la frontera incluía a unos 220.000 soldados repúblicanos, 60.000 varones adultos no combatientes, 10.000 heridos y 17.000 mujeres y niños.