EL PAPEL DE CRUZ ROJA
Alos pocos días de iniciarse la contienda, llegó al Comité Internacional de la Cruz Roja en Ginebra información sobre el trato inhumano recibido por heridos y prisioneros. Esto llevó al Comité a enviar a España al médico Marcel Junod, con un salvoconducto que garantizaba su independencia y le permitía actuar como representante neutral. Junod obtuvo de ambos bandos convenios que autorizaban la intervención oficial de la organización en España y recono- cían derechos esenciales sobre cautivos, rehenes y heridos. El Comité visitó a prisioneros, medió en intercambios, distribuyó alimentos y sirvió de puente postal, pero sobre todo aportó la neutralidad que ningún bando reconocía a la Cruz Roja del adversario. Porque, al estallar la guerra, también la Cruz Roja se partió. Había una republicana y otra franquista, y la desconfianza era tal que hasta se encarceló a voluntarios sospechosos de espiar para el enemigo.