¿Y si la Armada Invencible hubiese vencido?
En la primavera de 1588, una fuerza militar compuesta por 227 navíos zarpó de los puertos de la península Ibérica y del Flandes español para derrocar a Isabel I de Inglaterra, enemiga íntima de Felipe II. La Grande y Felicísima Armada fracasó en su intento de invasión. Pero ¿podría haber sido de otra manera?
Fue la mayor operación militar anfibia de la historia anterior al Día D (Operación Overlord, 1944). Y terminó mal, sobre todo para los españoles: las pésimas condiciones meteorológicas en las costas de Irlanda acabaron por frustrar el desembarco previsto de los Tercios de Flandes en el Canal de la Mancha; solo 87 naves lograron regresar a España e Isabel Tudor, la “Reina Hereje”, afianzó su poder y el de la Iglesia protestante de Inglaterra.
Pero ¿qué habría sucedido si el marqués de Santa Cruz, inicial capitán de la flota, no hubiera muerto antes de partir; si la borrasca no hubiera tenido lugar; si la artillería naval inglesa hubiese sido menos innovadora; si los Tercios de Alejandro Farnesio se hubieran unido a la Armada en Calais? ¿Y si la Invencible hubiera conseguido desembarcar en Inglaterra? En 1976, el historiador británico Geoffrey Parker se aventuró en las consecuencias de la victoria contrafactual española: Felipe II habría conquistado Inglaterra y restablecido el catolicismo. Aprovechando los recursos económicos británicos, probablemente habría logrado vencer también a los protestantes alemanes y consolidar el control español de América del Norte: en Estados Unidos, hoy se hablaría español.
INGLATERRA CONQUISTADA
En 2002, tras seis años de investigación, Harry Turtledove, el maestro norteamericano de la historia alternativa, publicaba su propia ucronía en forma de novela
fantástica: Britaniaconquistada (Editorial AJEC, 2005). La acción se desarrolla en 1597, nueve años después de que la Invencible haya conquistado Inglaterra. Isabel I está presa en la Torre de Londres e Isabel, hija de Felipe II, gobierna el país con ayuda de su marido Alberto de Austria, mientras los autos de fe de la Inquisición se suceden en las plazas londinenses. La novela se centra en dos personajes secundarios, un escritor de comedias inglés y un teniente del ejército español: William Shakespeare y Lope de Vega. Cuando la salud de Felipe II empeora, las autoridades españolas encargan a Shakespeare la composición de una obra teatral que loe al Rey.
SHAKESPEARE Y LOPE
Pero el Bardo de Avon también es tentado por los rebeldes ingleses, con la pretensión de usarlo para sus planes de liberación. Ante esa sospecha, le es asignado el teniente Lope de Vega, para que lo vigile. Todos estos ingredientes, sal- teados con un fino sentido del humor y en la más pura tradición teatral inglesa, convierten esta novela en una de las más elegantes ucronías contemporáneas. Con una imaginación menos volandera, el historiador alemán Alexander Demandt opina, en su Historiaquenoha ocurrido (Taschenbuch, 1984), que la victoria de la Invencible habría dado a luz a una Inglaterra católica, quizá liberal, debido a la destitución del Duque de Alba y la proclamación de la tolerancia religiosa en las islas Británicas.