EL MISTERIO DE LA NAO VICTORIA

Juan Sebastián Elcano llegó al puerto de Sanlúcar de Barrameda el 6 de septiembre de 1522 en la nao Victoria, tras completar la primera circunnavegación del globo, pero su hazaña planteó un misterio que solo fue resuelto cuando se comprendió, más tarde, la naturaleza de la revolución terrestre. La incógnita que aportó la Victoria consistía en que las fechas del diario de navegación de Elcano, aunque eran correctas y no faltaba ninguna, estaban atrasadas en un día respecto a la fecha que marcaba el calendario en el puerto de llegada. El misterio perduró hasta que se descubrió una realidad astronómica: que al dar la vuelta al mundo hacia el oeste – o sea, en sentido contrario al giro del planeta– se pierde un día, mientras que se gana al hacerlo en sentido contrario. La razón es que la duración del día aumenta ligeramente con el avance al oeste, de modo que, al volver al punto de partida tras circunvalar el mundo, esos aumentos suman un día completo, una fecha perdida. Por el contrario, la duración disminuye cuando se avanza hacia el este, de modo que al finalizar el circuito de vuelta al mundo se gana un día.