Detalles del cuadro
Destacan el modelado marcado y unos contornos reforzados por línea oscura, como si se tratase de estatuas clásicas. La pareja formada por Céfiro y Aura (1), dios de los vientos y ninfa de la brisa, es la que trae a Venus a la Tierra (2). Allí la aguarda una de las Horas (3), diosas de las estaciones, para vestirla. Las ráfagas que impulsan a la diosa a su vez agitan otros elementos del cuadro como el agua, los cabellos o los ropajes de las figuras, como vemos en la túnica de la figura de la derecha (4), que ondea al compás de la brisa, según recomendaba el tratadista Alberti (s. XV). Asimismo, las ropas se ajustan al cuerpo dejando intuir las anatomías.