El uso de la guillotina fue introducido por el cirujano francés Joseph-Ignace Guillotin, quien también era diputado de la Asamblea Nacional. Recomendó su utilización por considerarlo un método más humano para ejecutar a un prisionero condenado a la pena de muerte, debido a que la persona moría sin agonía. Hasta ese momento se utilizaba el ahorcamiento o la estrangulación.