Caco: asesino, caníbal y ladrón
TAMBIÉN LA MITOLOGÍA ROMANA abunda en personajes crueles y malvados. Uno de los más singulares, nuevamente adaptado de los griegos – esta vez por Virgilio en la Eneida ( siglo I a. C.)–, es Caco ( del griego antiguo kakós, “malo”), en el mito original hijo de Hefesto, el dios del fuego, la forja y la escultura. Se trataba de un gigante mitad hombre y mitad sátiro que expelía torbellinos de llamas y humo y al que los romanos dieron como morada una cueva en el monte Aventino, en el Lacio. De la entrada de la gruta colgaban las cabezas sangrantes de los hombres a los que Caco no solo mataba, sino también devoraba, pues a su apetito asesino sumaba otro aún más siniestro: el canibalismo.
CURIOSAMENTE, no es ese el rasgo por el que ha quedado definido este villano, y ello se debe a lo que narra Virgilio. Así, según la Eneida, Hércules –Heracles para los griegos– dejó a su rebaño de bueyes pastando a orillas del Tíber mientras echaba una cabezada, circunstancia que aprovechó Caco para robarle obarle ocho de ellos y llevárselos a su cueva. ueva. Descubierto el hurto por el héroe, este entabló un largo combate con el gigante gante y acabó con él, según unas versiones s estrangulándolo y según otras a golpes de porra (esa es la imagen empleada en esta famosa estatua de Bandinelli, Hércules rcules y Caco, de 1534, que puede verse en la plaza de la Signoria de Florencia).
POR ESO CACO ES SINÓNIMONÓNIMO DE LADRÓN. La tradición culta lo asimiló de este modo, hasta el punto de que en el Siglo de Oro español se llegó a llamar al hurto “la ciencia de Caco” aco” y a tomar a este personaje mitológico gico por patrón de los amigos de lo ajeno, no, y más tarde el acervo popular recogió la palabra “caco” con ese significado que todavía hoy perdura. El episodio del robo bo de los bueyes de Hércules aparece asimismo imismo representado en antiguas litografías, fías, mientras que la caída y muerte del monstruo onstruo adorna una medalla del emperador ador romano del siglo II Antonino Pío.