EL MAYOR SCOOP DE LA HISTORIA
Clare Hollingworth (1911-2017), además de extraordinariamente longeva (murió a los 105 años), fue una excepcional periodista británica que, apasionada por la escritura y los conflictos bélicos, empezó muy joven a publicar de forma independiente sus artículos en el periódico New Statesman, pese a la oposición de sus padres. Tras la ocupación de Checoslovaquia en 1938, se instaló un tiempo en Varsovia, donde ayudaría a miles de refugiados checos a obtener visados para emigrar al Reino Unido. Fue así como llamó la atención de Arthur Wilson, el editor de The Daily Telegraph, que la contrató como corresponsal en agosto de 1939. Llevaba menos de una semana en el puesto cuando fue enviada de nuevo a Polonia para informar sobre el empeoramiento de las tensiones en la zona. El día 28, conduciendo por la carretera de la frontera germano-polaca, observó la masiva acumulación de tropas y blindados alemanes, y al día siguiente lo contó en primera página del periódico. Pero su gran scoop (exclusiva o bombazo informativo), tal vez el mayor de la historia, fue ser la primera en reportar al mundo, el mismo 1 de septiembre, el inicio de la invasión: el principio de la Segunda Guerra Mundial. Fue con una llamada de teléfono a la embajada británica en Varsovia y, para convencer a los diplomáticos, tuvo que sacar el auricular por la ventana para capturar el sonido del ataque alemán.