MANO DE OBRA ESCLAVA ESPAÑOLA EN LA DEFENSA DE FRANCIA
La emigración republicana española hacia Francia tuvo su punto culminante en 1938 con la caída del Frente de Aragón y la entrada de los sublevados en Cataluña. El gobierno francés, ignominiosamente, internó a los exiliados en campos de concentración a la intemperie en el sudeste del país ( Argelès- sur- Mer, Saint- Cyprien, Le Barcarès...). Algunos tuvieron suerte: los que poseían dinero o contactos consiguieron algún trabajo o emigraron a América o Rusia. Pero la mayoría debía elegir entre alistarse en el ejército francés, enrolarse en la Legión Extranjera o
pasar a formar parte de la CTE (Compañía de Trabajadores Extranjeros). Muchos optaron por la repatriación, hasta que la Ley de Responsabilidades Políticas que dictó Franco en febrero del 39 llenó España de penas de muerte. Dentro de la CTE, unos 60.000 españoles fueron mano de obra semiesclava en la Línea Maginot, donde realizaron labores de fortificación, construcción de trincheras, etc. Tras la invasión alemana, unos lucharon hasta la muerte y otros fueron apresados y llevados a campos de concentración, como los 9.000 de Mauthausen. Al identificarlos como españoles, Himmler escribió a las autoridades franquistas para ver qué hacía con ellos. La respuesta de Serrano Suñer fue declararlos “apátridas”, y así vivieron el resto de sus días.