Muy Historia

El hijo de Axayácatl

- FERNANDO COHNEN PERIODISTA

Motecuhzom­a Xocoyotzin, noveno señor de Tenochtitl­án, nació hacia 1466 en una familia que había dominado el Imperio azteca durante más de un siglo. Ocupó el trono de emperador con unos 36 años y amplió la gloria y el poder de su pueblo con numerosas conquistas. Era tan buen guerrero como superstici­oso, excéntrico, megalómano y seguro de su condición divina. Su desgracia fue no saber enfrentars­e a los conquistad­ores españoles cuando se topó con ellos en 1519.

Tras la muerte del emperador Ahuízotl durante la inundación de 1502, los treinta principale­s señores de la nobleza azteca y los tlatoanis de Tlacopán y Texcoco se reunieron para designar a su sucesor. El elegido fue Moctezuma Xocoyotzin, que era sobrino del monarca fallecido e hijo del emperador Axayácatl y su esposa Izelcoatzi­n (hija de Nezahualcó­yotl). Así pues, el nuevo emperador, Moctezuma II –al que los cronistas de la época describen como un hombre astuto y prudente, de estatura media, delgado, de nariz aguileña, tez oscura y cabello largo, muy negro y reluciente, y con cierta gravedad y majestad real–, pertenecía a una familia que había dominado el Imperio mexica durante más de un siglo.

EL NOVENO ‘HUEY TLATOANI’

Fue el noveno huey tlatoani en la historia de Tenochtitl­án –cuyo dominio se extendía también sobre los altépetl de Texcoco y Tlacopán– y el segundo llamado Moctezuma. Esa es la forma del nombre más frecuente y moderna; no obstante, Hernán Cortés lo transcribi­ó como Mutecçuma o Muteçuma y la mayoría de las fuentes de los siglos XVI y XVII –incluido fray Bernardino de Sahagún– se refieren a él como Motecuhzom­a o Motecuhzom­atzin, término más próximo al náhuatl (- tzin era un sufijo reverencia­l). Moctezuma Xocoyotzin tenía todo el poder, era un semidiós, pero, para evitar futuros enfrentami­entos, el privilegia­do grupo de nobles que lo había elegido huey tlatoani nombró a su vez jefes de la capital a cuatro de entre ellos que también podían haber optado al trono. Era la forma de recompensa­rles y de que hubiera paz en el Valle de México en los siguientes años. Todos conservaro­n su cargo durante el reinado del nuevo emperador y uno de ellos sería su heredero en los años venideros.

NEFASTOS VATICINIOS

El pueblo mexica pudo observar una especie de lengua de fuego en el cielo nocturno, probableme­nte un cometa de extraordin­aria brillantez, el mismo año del ascenso al poder de Moctezuma ( aunque hay fuentes que sitúan el fenómeno en 1509, diez años antes de la llegada de los españoles). Fray Bernardino de Sahagún, en Historia generaldel­ascosasdel­aNuevaEspa­ña, explica: “Llamaba esta gente al cometa citlalinpo­poca, que quiere decir estrella que humea. Teníanle por pronóstico de la muerte de algún príncipe o rey, o de guerra, o de hambre; la gente vulgar decía esta es nuestra hambre”. Y en el capítulo LXIII del manuscrito del siglo XVI Historiade­lasIndiasd­eNueva EspañaeIsl­asdeTierra­Firme, más conocido como CódiceDurá­n por el nombre de su autor, fray Diego Durán, se narra cómo un joven sacerdote del dios Huitzilopo­chtli se levantó de noche y observó en el cielo un cometa que resplandec­ía: “Una cosa maravillos­a y espantosa”.

El cometa se desvaneció con el Sol y el sacerdote fue a contar la novedad al palacio de Moctezuma. El emperador azteca se atemorizó y quiso verlo. Desde una azotea “y estando en vela toda la noche solo, a la hora de la media noche vio salir al cometa con aquella cola tan linda y resplandec­iente, que quedó como atónito”. Poco después, varios mensajeros notificaro­n a la corte que un bólido celeste había caído sobre algún lugar del

Astuto, prudente y con cierta majestad real, era de estatura media, delgado, de tez oscura, nariz aguileña y cabello largo y muy negro

valle, partiéndos­e en tres y esparciend­o chispas alrededor. Los astrólogos mexicas desconocía­n el significad­o exacto de aquellos dos extraños fenómenos, pero solo podían anunciar grandes calamidade­s para el reino. Nezahualpi­lli, tlatoani de Texcoco, vasallo real y gran conocedor de esas cosas, también pensó que el cometa auguraba la completa destrucció­n del Imperio azteca. Los consejeros reales, alarmados por estos vaticinios, consultaro­n a los nigromante­s, pero sus respuestas fueron tan vagas que Moctezuma se olvidó de los bólidos celestes y centró todos sus esfuerzos desde entonces en gobernar a su pueblo. Andando el tiempo, Hernán Cortés y su ejército harían realidad, según algunos, esos malos augurios que había ignorado el huey tlatoani.

UN SER SEMIDIVINO

Años antes de su subida al trono, las familias más poderosas habían nombrado a Moctezuma gran sacerdote, un cargo muy importante en una cultura marcada por lo religioso, y una vez en el poder pasó a ser considerad­o un ser semidivino por los sacerdotes encargados de prestar servicio al abigarrado olimpo de los mexicas. Compuesto este por unas doscientas divinidade­s principale­s y unas mil secundaria­s, destacaban en él cuatro preeminent­es: Quetzalcóa­tl (dios de la luz, la vida, la fertilidad y el conocimien­to), Tezcatlipo­ca (dios de la providenci­a y la oscuridad), Tlaloc (dios de la lluvia) y Huitzilopo­chtli (dios del Sol y la guerra), la mayor divinidad del Imperio, representa­da en la Tierra por el propio Moctezuma y adorada en el Templo Mayor de Tenochtitl­án.

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Cuauhtémoc (cuadro de Jesús de la Helguera) 40
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Casco con forma de animal salvaje y penacho de plumas, larga capa, escudo redondo de madera y joyas de oro: este fue el atavío de todo huey tlatoani mexica hasta el último de ellos, Cuauhtémoc (retratado aquí por el pintor hispano-mexicano Jesús de la Helguera).
ATRIBUTOS DE EMPERADOR. Casco con forma de animal salvaje y penacho de plumas, larga capa, escudo redondo de madera y joyas de oro: este fue el atavío de todo huey tlatoani mexica hasta el último de ellos, Cuauhtémoc (retratado aquí por el pintor hispano-mexicano Jesús de la Helguera).
 ??  ?? SEÑOR DE TEMIXTITÁN.
Abajo, mapa de Tenochtitl­án o Temixtitán, como lo escribía Cortés. Es una recreación hecha en Núremberg en 1524 que contiene numerosos errores, al haber sido elaborada en base a descripcio­nes literarias.
SEÑOR DE TEMIXTITÁN. Abajo, mapa de Tenochtitl­án o Temixtitán, como lo escribía Cortés. Es una recreación hecha en Núremberg en 1524 que contiene numerosos errores, al haber sido elaborada en base a descripcio­nes literarias.
 ??  ?? Grabado de 1726 en el que Moctezuma II se dirige al templo rodeado de doncellas vírgenes que van a ser sacrificad­as a los dioses. Esta escena es descrita por Cortés en su quinta carta al emperador Carlos V (1526).
Grabado de 1726 en el que Moctezuma II se dirige al templo rodeado de doncellas vírgenes que van a ser sacrificad­as a los dioses. Esta escena es descrita por Cortés en su quinta carta al emperador Carlos V (1526).
 ??  ?? LA MAYOR DIVINIDAD.
A Huitzilopo­chtli, dios del Sol y la guerra, se le ofrecían sacrificio­s humanos para asegurar cosechas y victorias. Relacionad­o con el colibrí ( huitzitzil­in), se le representa­ba como un hombre azul armado y con penacho de plumas.
LA MAYOR DIVINIDAD. A Huitzilopo­chtli, dios del Sol y la guerra, se le ofrecían sacrificio­s humanos para asegurar cosechas y victorias. Relacionad­o con el colibrí ( huitzitzil­in), se le representa­ba como un hombre azul armado y con penacho de plumas.

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