LA GALERNA DEL SÁBADO DE GLORIA (1878)
Si la de 1912 ha sido la galerna más desconocida, la del 20 de abril de 1878, tristemente conocida como la Galerna del Sábado de Gloria, fue sin duda la más devastadora. No ha habido otro desastre de mayor magnitud en aguas del Cantábrico.
Aunque era Sábado Santo, los pescadores se encontraban faenando. A las doce del mediodía, a 15 millas de la costa, el tiempo se iba tornando cada vez peor, creando un espectáculo aterrador. Los marineros no pudieron hacer nada para capear el temporal, que en poco tiempo alcanzó pavorosas dimensiones. El número de ahogados, según el recuento efectuado por el historiador Rafael González Echegaray, rondó los 322: en torno a 140 vecinos de puertos cántabros ( 60 de Santander, 36 de Laredo, 28 de Colindres, 4 de Suances y un número sin determinar de Noja y Castro Urdiales) y 183 vizcaínos ( 98 de Bermeo, 49 de Elantxobe, 15 de Mundaka, 13 de Ondarroa, 6 de Lekeitio y 2 de Algorta).
Este negro episodio marítimo tuvo su reflejo en la literatura culta y popular. Escritores como José Echegaray y Marcelino Menéndez Pelayo compusieron poemas que versaban sobre el gran siniestro. José María Pereda, por su parte, tuvo de inspiración esta catástrofe para escribir su novela Sotileza ( 1885), considerada una de las mejores obras de la literatura española del XIX. A esta galerna le siguieron la del 26 de abril de 1890, con 54 muertos, y la del 12 de julio de 1908, con 40.
FUNERAL CON PRESENCIA DEL REY.
Alfonso XIII asistió a los solemnes funerales celebrados el 22 de agosto de 1912 en la parroquia de Santa María, en Bermeo.