‘Fundamentos de la teoría general de la relatividad’
Albert Einstein, 1915
Posiblemente el científico más conocido del siglo XX – al menos, hasta la irrupción de Stephen Hawking– y sin duda el más importante, la popularidad del físico alemán Albert Einstein (1879-1955) se debe antes, empero, a su peripecia vital y su llamativa personalidad que a su extraordinaria aportación, la teoría de la relatividad especial y general, una de las mayores revoluciones científicas tras las de Newton y Darwin. En este libro de 1915 reformuló por completo el concepto newtoniano de la gravedad y, con su entonces controvertida teoría, sentó las bases del estudio del origen y evolución del universo (cosmología) y de la física nuclear. Convertido por la prensa, a partir de 1919, en una figura icónica de fama mundial, recibió el Premio Nobel de Física en 1921, pero no por la teoría de la relatividad, todavía mal comprendida y que algunos tachaban de errónea, sino por otras contribuciones a la física teórica. Ante el ascenso del nazismo, el judío Einstein abandonó Alemania en 1932 para afincarse en Estados Unidos, lo que multiplicó aún más su popularidad. En 1940 se nacionalizó estadounidense.