MIGUEL MAURA
Hijo de Antonio Maura (cinco veces presidente del Consejo de Ministros durante el reinado de Alfonso XIII), Miguel vino al mundo en Madrid en 1887. Inició su andadura política en 1913, fiel a los ideales y principios del maurismo. En 1916 fue elegido diputado y asimismo concejal del Ayuntamiento de Madrid. Con el paso de los años, fue moderando su conservadurismo monárquico hacia posiciones republicanas. Esa evolución le llevó a estampar su firma en el Pacto de San Sebastián como militante de la Derecha Liberal Republicana de Alcalá-Zamora, pero pronto fundó su propia formación política, el Partido Republicano Conservador. Durante la II República fue uno de los grandes pilares de la derecha moderada, desempeñando el cargo de ministro de la Gobernación en el Gobierno provisional. Maura era, con todo, un católico convencido, y sintió especial indignación ante la pasividad de Azaña durante la quema de conventos de mayo del 31, lo que le llevó a dimitir de su cargo. Tras la victoria del Frente Popular, escribió una serie de artículos en el diario El Sol en los que abogaba por la instauración de un nuevo gobierno provisional que se alejara de los extremismos. Tras el estallido de la Guerra Civil, Azaña le ofreció la presidencia de un gobierno de unidad nacional, pero Maura rechazó la propuesta. Hubo de ponerse a salvo de la persecución de los anarquistas que lo buscaban para ejecutarlo y se exilió en Francia hasta 1953, año en que regresó a España. A su regreso se instaló en Barcelona y se dedicó a la redacción de su obra cumbre, Así cayó Alfonso XIII. Falleció en Zaragoza el 3 de junio de 1971.