JOSÉ MARÍA GIL ROBLES
Nació en Salamanca en 1898. Licenciado en Derecho, se afilió al Partido Social Popular en 1922, a la vez que escribía artículos para el diario católico El Debate. Obtuvo por primera vez acta de diputado en la recién proclamada II República, donde asumió un papel protagonista en las Cortes Constituyentes oponiéndose con firmeza a la política anticlerical del nuevo gobierno. Ingresó a continuación en el partido Acción Nacional o Popular, convirtiéndose en uno de sus líderes más influyentes. En 1933 fue uno de los principales promotores de la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas), gran coalición en la que se integró Acción Popular y que ganó las elecciones de noviembre de ese año con una exigua mayoría que dificultaba la gobernabilidad. Pese al veto de la izquierda, fue nombrado ministro de la Guerra por el presidente Lerroux, puesto desde el que dio un gran protagonismo a militares como Fanjul o Franco. La victoria del Frente Popular le desplazó a ser el líder de la oposición, aunque fue perdiendo protagonismo entre las fuerzas de derecha. Ante el estallido de la Guerra Civil tomó partido por los sublevados, pero tras la guerra se comprometió con la causa monárquica, formando parte del Consejo Privado de Juan de Borbón. Fue desterrado en 1962 por su participación en el llamado Contubernio de Múnich. Abandonó la política para refugiarse en su cátedra, desde 1968, en la Universidad de Oviedo. A la muerte de Franco fundó un nuevo partido próximo a la democracia cristiana, pero fue un rotundo fracaso. Falleció en Madrid en 1980.