Muy Historia

Historia alternativ­a

En 1966, cuando se hallaba en la cima de su popularida­d, Bob Dylan sufrió un extraño accidente de motociclet­a que le retiró de los escenarios y de la vida pública durante casi un decenio. ¿Qué habría pasado si el músico y poeta hubiera muerto aquella maña

- POR JOSÉ PARDINA

El viernes 29 de julio de 1966 amaneció soleado en las montañas de Woodstock, al norte del estado de Nueva York. Bob Dylan y su mujer acababan de salir de la casa de campo de su mánager, Albert Grossman. El cantautor quería llevar al taller su Triumph Tiger 500, mientras Sara le seguía en su coche por un camino rural. De repente, la moto de Dylan, quizás cegado por el sol, resbaló, derrapó y lo lanzó contra la calzada. Así lo recordaba el artista en su autobiogra­fía, casi cuarenta años después ( CrónicasI, 2004): “Creo que la rueda de atrás se bloqueó. Perdí el control y fui dando bandazos de un lado a otro del camino. Lo siguiente que recuerdo es que me encontraba en un lugar del que nunca había oído hablar, Middletown, creo, con la cara llena de cortes y algunas vértebras rotas. Vi pasar toda mi vida ante mí”.

DE LOS 25 A LOS 80

“Toda mi vida” eran entonces apenas 25 años, en los que aquel judío menudo y nervioso de Duluth, Minnesota, ya había escrito algunas de las canciones que conformarí­an la banda sonora de la segunda mitad del siglo XX. Pero, afortunada­mente, todavía no le había llegado el momento de llamar a las puertas del cielo.

Hoy, con 80 años a sus espaldas, ese bagaje creativo no ha cesado de crecer, al mismo tiempo que su leyenda. En 1999, fue incluido en la ListaTime de las 100 personas más influyente­s del siglo XX. En 2004, obtuvo el segundo puesto –tras los Beatles– en el ranking de los cien mejores artistas de todos los tiempos elaborado por la revista RollingSto­ne. En 2007, fue premiado con el Príncipe de Asturias de las Artes, y un año después recibió el Premio Pulitzer por su « profundo impacto en la música popular y en la cultura norteameri­cana, marcado por sus composicio­nes líricas de extraordin­ario poder poético». En 2016, la Academia Sueca le otorgó el Nobel de Literatura por « haber creado una nueva expresión poética dentro de la gran tradición de la canción estadounid­ense». En 2012, el airado cantante de protesta, autor de Mastersof War, ChimesofFr­eedom y TheTimes TheyAreA-Changin, recibió la Medalla Presidenci­al de la Libertad de manos de Barack Obama. Cuatro días después del incidente,

The New York Times publicaba un breve de dos párrafos lacónicame­nte titulado “Dylan herido en accidente de moto”; añadía que se hallaba bajo atención médica. En las semanas posteriore­s surgieron rumores de que había quedado gravemente herido, ciego o desfigurad­o. Lo único cierto es que, en los meses y años siguientes, el artista desapareci­ó del foco público, cancelando giras y grabacione­s. Pero nunca dejó de escribir canciones deslumbran­tes en su retiro familiar de Woodstock, acompañado por The Band. Y solo en 1974, ocho años después, volvió a la carretera y a los escenarios. Desde entonces ha publicado decenas de álbumes, y los críticos consideran aquel periodo de retiro como un paso vital en la evolución artística de Dylan.

UN MISTERIOSO ACCIDENTE

En aquel momento, el accidente – ¿ o incidente?– terminaría poniendo su frenética trayectori­a en pausa mientras “la voz de una generación”, como se le llamó entonces, se recuperaba de sus lesiones. El misterio sigue rondando alrededor de los detalles del suceso: no hay registro

policial, no se llamó a ninguna ambulancia, Dylan no necesitó ser hospitaliz­ado. Todas estas evidencias han llevado a pensar que se exageró ró a propósito el alcance del accidente nte como excusa inapelable para librar- arse de todos sus estresante­s compromiso­s. ¿ Lo planeó él junto con su esposa para romper con todo? “La verdad era que quería salir de la carrera de ratas en que estaba metido. Tener hijos cambió mi vida y me separó de casi todo el mundo y de todo lo que estaba pasando. Fuera de mi familia, nada tenía ningún interés real para mí y lo veía todo a través de lentes diferentes » , confesó muchos años después.

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En esta icónica imagen, tomada en 1964-1965, Dylan monta su Triumph Tiger 500, la misma moto con la que tuvo el accidente en Woodstock el 29 de julio de 1966.
‘ON THE ROAD AGAIN’. En esta icónica imagen, tomada en 1964-1965, Dylan monta su Triumph Tiger 500, la misma moto con la que tuvo el accidente en Woodstock el 29 de julio de 1966.

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