LA MOTIVACIÓN DEL TOPO
Arnaud Sicre nació en la comuna occitana de Ax-les-Thermes. Su padre, notario de profesión, era un ferviente seguidor de la Iglesia católica, mientras que su madre, Sybille Baille, abrazaba la doctrina cátara.
El matrimonio no sobrevivió a sus diferencias religiosas y, durante algunos años, Arnaud y su hermano Bernard vivieron con su madre. A los siete años, el joven fue enviado a Tarascon-sur-Ariège, donde residía su progenitor para recibir una educación.
Al tiempo, Baille fue detectada por el tribunal eclesiástico y, negándose a renunciar a su fe, murió quemada en la hoguera. Todos sus bienes fueron incautados, lo que significaba que el joven Arnaud había perdido su herencia. En lugar de rebelarse contra el Santo Oficio por quemar viva a su madre y apropiarse de los bienes de la familia, dirigió su rencor hacia el catarismo; para él, la doctrina albigense era la responsable de su desgracia.
pesar de aprender el oficio de zapatero para ganarse la vida, en un momento de su juventud decidió tratar de recuperar lo que le perteneció por derecho de sangre y se convirtió en informador de la Inquisición. De hecho, esta fue una práctica común de la autoridad eclesiástica para sonsacar confesiones y descubrir a herejes escondidos: los colaboradores podían recuperar las riquezas perdidas o incluso,
Aapropiarse de los bienes del delatado.
Así, Arnaud Sicre, motivado por el rencor y la ambición, decidió infiltrarse en la comunidad cátara cercana al delta del Ebro, donde Bélibaste ejercía su ministerio.
Su éxito queda bien recogido en los autos inquisitoriales de Jacques Fournier, de los que se desprende que fue un agente infiltrado de gran valor para el Santo Oficio. En sus escritos, el obispo se esmera en dejar constancia de la inmunidad que asiste a Sicre, que tenía carta blanca para saltarse cualquier dogma de la Iglesia oficial con tal de conseguir su objetivo.
El resultado, de sobra conocido, no pudo ser mejor: la muerte en la hoguera del último perfecto cátaro, Guillaume Bélibaste.