EL CELIBATO DEL PERFECTO BÉLIBASTE
Los comienzos heréticos del último perfecto conocido fueron casi un tropezón en mitad de su huida. Tras haber asesinado al pastor de los rebaños del arzobispo de Narbona, tuvo la suerte de encontrarse con una doctrina que predicaba el puro amor y el perdón. De otro modo, no se entiende cómo su comunidad de fieles lo siguió, en los peligros y adversidades, a pesar de otro desliz importante en la observación de sus reglas como perfecto cátaro: la ruptura del celibato.
En sus desplazamientos, los exiliados adoptaban diferentes identidades para no levantar sospechas sobre su verdadera naturaleza. Bélibaste, de hecho, se hacía pasar por un hombre casado. Tan fiel fue la representación del papel que, terminó por incumplir la célibe promesa del ‘consolamentum’ y mantuvo una relación amorosa con Raymonda Piquier, miembro de aquella iglesia itinerante que había perdido la pista a su marido en una refriega con las fuerzas de la Inquisición en el Languedoc.
Sus seguidores fingieron creer los roles representados durante al menos una década y el perfecto llegó a oficiar un matrimonio entre Piquier y su amigo Pierre Maury, para mantener las apariencias. Maury asumió generosamente una paternidad que le era ajena y que ambos situaron en una fogosa noche de bodas, ante la urgencia de un embarazo ya en curso. Sin embargo, el favor desató en el pastor un ataque de celos impropio de un buen hombre y deshizo el casamiento que él mismo había forzado, abusando de la buena voluntad de su amigo íntimo.
Dos graves incumplimientos con su fe no fueron suficientes para resquebrajar la adhesión de sus feligreses. Su labor como predicador incansable y su valentía asistiendo a exiliados en la ruta transpirenaica fueron los mejores argumentos para amarrar la disidencia religiosa y convertirla en un auténtico dolor de cabeza para la cristiandad latina.
REPRESIÓN EN LAVAUR.
Considerada por los católicos como el bastión de Satanás, el 3 de mayo de 1211 la villa de Lavaur fue saqueada por los cruzados y su población masacrada como hereje.