VALDENSES EN ESPAÑA Y AMÉRICA
Afinales del siglo xii llegaron a España y se establecieron en el norte, en especial en Cataluña. La Iglesia pidió a Celestino III que frenara el crecimiento de este grupo en los reinos de España. El papa convocó un concilio en Mérida en el año 1194 en el que participó el rey Alfonso II de Aragón que decretó: «Ordenamos a todo valdense que, en vista de que están excomulgados de la Santa Iglesia, son enemigos declarados de este reino y tienen que abandonarlo, e igualmente todos los estados de nuestros dominios. En virtud de esta orden, cualquiera que desde hoy se permita recibir en su casa a los susodichos valdenses, asistir a sus perniciosos discursos o proporcionarles alimentos,
atraerá por esto la indignación de Dios Todopoderoso y la nuestra…».
El rey Pedro II de Aragón renovó el edicto hacia el año 1197, en el que se amenazó a los valdenses con ser quemados en la hoguera si persistían en sus herejías. En Gerona se quemó a 114 valdenses, pero muchos huyeron al Reino de León, y aunque algunos obispos protegieron a los valdenses, la mayoría optó por su exterminación. En el siglo xiii aún persistían algunas comunidades, en Castelló fueron quemados 15 y detenidos casi una cincuentena. Unos años más tarde, la comunidad había desaparecido de la península.
Tras el Edicto de Emancipación, la comunidad que había sobrevivido en los valles de los Alpes a lo largo de la frontera entre Italia y Francia creció tanto que buscó nuevos lugares donde asentarse, pero al ser perseguidos en muchas partes optaron por emigrar a América. Muchos se dirigieron a Sudamérica, pero otros lo hicieron a estados como Nueva York, Utah y Misuri.
Uno de los grandes benefactores de los valdenses fue el empresario estadounidense Marvin F. Scaife, un terrateniente de Pittsburgh que les ofreció cien mil acres en el Condado de Yancey en Carolina del Norte. Los valdenses rechazaron la oferta por ser la tierra poco adecuada para el cultivo, y Scaife les ofreció entonces tierras en el Condado de Burke. Allí construyeron su primera iglesia en 1899 y después se extendieron por varias ciudades y estados del país. Los valdenses están actualmente integrados en las iglesias reformadas (subsisten como Iglesia evangélica valdense en Italia, Uruguay, etc.). El papa Francisco pidió perdón a los valdenses en 2015 visitando su templo en Turín.