LA UNIFICACIÓN DE LOS SERVICIOS SECRETOS SUBLEVADOS
El sistema de inteligencia franquista tendría una amplia difusión por los territorios conquistados, evidentemente, por los sublevados, pero también entre las filas de aquellas comunidades que aún estaban en manos de los republicanos, a través de infiltrados —quintacolumnistas— y saboteadores. Por ejemplo, los llamados Servicios de Información de la Frontera Nordeste de España (SIFNE) fueron creados en septiembre de 1936 bajo el auspicio del general Mola a través de las influencias del embajador de París José Quiñones de León, y dirigidos por José Bertrán y Musitu, de la Lliga Regionalista y antiguo ministro de Gracia y Justicia con Alfonso XIII.
Una organización en un principio concebida como un servicio de información de carácter civil independiente de los mandos militares del ejército sublevado y que contó con el apoyo económico privado de personalidades como el conde de los Andes, el banquero Juan March (que estuvo también detrás de la financiación de la operación que permitió a Franco llegar a la península a bordo del Dragon Rapide), Francesç Cambó y el fundador del diario ABC, Juan Ignacio Luca de Tena, igualmente relacionado con el golpe del 18 de julio. Según recoge el libro El pasado que no pasa. La Guerra Civil Española a los ochenta años de su finalización, coordinado por Eduardo Higueras, Ángel Luis López Villaverde y Sergio Nieves Chaves (Ediciones de la Universidad de Castilla La Mancha, 2021), el SIFNE mantuvo una importante colaboración con algunos grupos de quintacolumnistas en Cataluña, y se estableció una relación de apoyo entre los primeros y el servicio de información, que serviría como enlace entre la Quinta Columna y los mandos militares establecidos en Burgos.
En febrero de 1938, el SIFNE sería integrado en la estructura del SIPM que, como contamos en el reportaje, tenía como misión unificar en una organización todos los servicios de información sublevados.