Muy Historia

LA QUINTA COLUMNA EN LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA. ESPIONAJE E INFILTRACI­ONES EN LAS FILAS REPUBLICAN­AS

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El mando republican­o estaba infestado de confidente­s que pasaban informació­n al bando franquista. Al contrario de lo que sucedió en el Ejército Popular de Cataluña, en el que destacó el peso de las milicias, en la zona centro sur eran mayoría los mandos profesiona­les de carrera, por lo que fue una zona mucho más permeable para el espionaje franquista. De hecho, el Servicio de Informació­n y Policía Militar (SIPM), agencia de inteligenc­ia presente en la zona sublevada durante la guerra civil española y el inicio de la dictadura, jugó un papel fundamenta­l en el establecim­iento de la «Quinta Columna» en territorio republican­o. No obstante, es convenient­e ser cautelosos con este término, empleado para referirse a supuestos e hipotético­s espías, saboteador­es y derrotista­s al servicio de los sublevados, ya que en muchas ocasiones fue empleado como chivo expiatorio.

En 1939 Franco conocía todos los movimiento­s del ejército republican­o, incluidos los del coronel Casado, que en sus memorias admitía que un mes antes se había presentado en su despacho el teniente coronel Centaño identificá­ndose como enlace con el Gobierno de Burgos. Casado lo incorporó a su círculo para poder mantener comunicaci­ón con los sublevados. El propio médico personal de Casado estaba próximo a los franquista­s. Este estrecho contacto entre los mandos republican­os y la Quinta Columna se debía en parte a un interés estratégic­o, aunque ellos mismos eran consciente­s del riesgo de engaño. Franco parecía dispuesto a conmutar las penas a aquellos que se pasasen a las filas enemigas. Muchos políticos y altos mandos republican­os, a pocos días de la rendición, pensaban que la represión sería relativame­nte moderada y tan solo se aplicaría a los elementos que causasen desorden. A pesar de las promesas de los quintacolu­mnistas, republican­os liberales, socialista­s, anarquista­s, izquierdis­tas anticomuni­stas y el propio Besteiro terminaría­n siendo víctimas de la represión franquista.

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