Una guerra para acabar con todas las guerras
La Primera Guerra Mundial, de la que se cumplen 110 años, remodeló las fronteras geopolíticas y la percepción social de la guerra. Considerada inicialmente como un enfrentamiento breve, se convirtió en un devastador choque de imperios y naciones. Las potencias de la Triple Entente (Reino Unido, Francia y Rusia, más tarde Italia y Estados Unidos) y las Potencias Centrales (Alemania, Austria-Hungría, el Imperio otomano y Bulgaria) fueron los dos grandes ejes de un conflicto desencadenado, en la epidermis histórica, por el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria en Sarajevo, aunque sus raíces profundas se hunden en una compleja red de alianzas, rivalidades imperiales y militarismo que analizamos en este número.
El uso masivo de las trincheras, junto con la introducción de armas como la ametralladora y el gas venenoso, llevó a un alto número de bajas y pocos avances territoriales significativos. Batallas como la del Somme y Verdún se han grabado en la memoria colectiva por su extrema ferocidad y coste humano. Pero la guerra no solo se libró en los campos de batalla: el bloqueo naval británico contra Alemania, la guerra submarina alemana y los esfuerzos internos en cada país para movilizar recursos y moral tuvieron un papel crucial. Además, el conflicto se expandió más allá de Europa, a regiones en África, Asia y el Pacífico.
Sus consecuencias fueron profundas y duraderas. El Tratado de Versalles de 1919 redibujó el mapa europeo, desmantelando imperios y creando lo que llegarían a ser nuevos estados; las condiciones punitivas impuestas a Alemania sembraron las semillas del descontento que llevarían a la Segunda Guerra Mundial; marcó el declive de las potencias europeas y el ascenso de Estados Unidos y Japón como actores globales; aceleró los cambios sociales como el sufragio femenino y la Revolución rusa de 1917, que culminó con el establecimiento de la Unión Soviética. La llamada «guerra para acabar con todas las guerras» no logró ese objetivo, pero transformó irrevocablemente la política, la sociedad y la tecnología en todo el mundo. En este número la estudiamos desde todos los prismas posibles para que disfrutes de la lectura y de la historia.