LA NECRÓPOLIS DE PUIG DEL MOLINS
En el año 654 a. C. los cartagineses establecieron el asentamiento de Iboshim, hoy Ibiza, una de las primeras y más importantes fundaciones de los descendientes de aquellos tirios que constituyeron la colonia de Cartago.
A lo largo de los cinco siglos siguientes, Puig des Molins se utilizó como cementerio de la ciudad de Ibiza hasta convertirse en la necrópolis más importante de la isla y una de las mejores del Mediterráneo para conocer la cultura púnica por la cantidad y diversidad de los enterramientos, de los vestigios hallados en ellos y por su extraordinario estado de conservación. El conjunto funerario de Puig del Molins está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1999 y se sitúa en el centro de la ciudad; su área arqueológica delimitada se extiende hasta las 5 hectáreas, siendo visibles alrededor de 350 enterramientos de los casi 3000 que se han identificado. En su mayoría, las tumbas responden a una tipología característica de hipogeo púnico configurado por una cámara cuadrangular bajo rasante. La extraordinaria calidad de sus ajuares funerarios nos ofrece un amplísimo repertorio de objetos: desde máscaras de diversa factura a pequeñas campanas para ahuyentar a los malos espíritus: desde navajas para afeitar vinculadas a ciertos ritos en los que se rasuraba el cuerpo a todo tipo de amuletos y elementos de la vida cotidiana como vajillas cerámicas.
De entre todos los objetos hallados en la necrópolis destaca la denominada «Dama de Ibiza», una figurilla de terracota de apenas 45 centímetros de altura y datada en el siglo III a. C., que representa a la gran diosa púnica Tanit y que con el tiempo se ha erigido en una manifestación icónica de la cultura cartaginesa. Como otras damas, esta presenta una oquedad al dorso que muy probablemente serviría para guardar reliquias o incluso cenizas funerarias. Puede admirarse en el Museo Arqueológico Nacional de España.