EL MAL VENDE MÁS
Durante siglos a nadie le ha interesado reconducir la historia de los Borgia porque, basándonos solo en los hechos históricos, tendríamos una crónica veraz, pero poco llamativa. Cualquier relato vende más si está lleno de detalles morbosos; por eso, a novelistas, poetas y dramaturgos les ha interesado más propagar la leyenda negra de la familia. Víctor Hugo, sin ir más lejos, contribuyó de manera notable a la forja de la leyenda de Lucrecia y a su difusión popular a través de la dramática obra teatral Lucrèce Borgia. Escrita en 1833, la acción transcurre en la corte de Ferrara, donde la hija del papa era duquesa y señora de un palacio «del placer, el asesinato, el adulterio, la infamia y la sangre». La Lucrecia del francés vive del placer y del adulterio, es una auténtica asesina y envenenadora y autora de todos los crímenes e inmoralidades de las que se la había acusado en el siglo XVI. Evidentemente, Víctor Hugo no sacó de la nada esas historias. Para escribir su obra bebió de esos bulos narrados o escritos que nacieron de personas contemporáneas a los Borgia y que el paso de los años ayudó a asentar. Él lo que hizo fue revivir la leyenda negra de un momentáneo letargo y ayudar a difundirla. Más todavía cuando la novela encontró un nuevo público al ser convertida en ópera, Lucrezia Borgia, con libreto de Felice Romani y música de Gaetano Donizetti. Alejandro Dumas también dedicaría una novela a los Borgia, dentro de su colección Crímenes célebres (1839-1841), en la que detalla todos los actos criminales de la familia. Incluso en El conde de Montecristo, de Alejandro Dumas padre, hay un personaje, un abate, que tiene la sospecha de que va a ser envenenado por Alejandro VI y César para quedarse con su fortuna. Otra gran ficción literaria que contribuyó a encumbrar a los Borgia al Olimpo de los malos. Nada pudo hacer el valenciano Vicente Blasco Ibáñez en su intento de contrarrestar toda esta terrible narrativa contra sus paisanos.
Aún hoy en día, y pese a los esfuerzos de algunos historiadores por barrer esa percepción negativa de los Borgia, el mundo del cine y la televisión se resiste a cambiar de idea. En los últimos años, la leyenda negra de los Borgia ha encontrado acomodo en todo tipo de ficciones, series estadounidenses, alemanas, francesas y españolas, todas ellas con una trama basada en el erotismo y la conspiración. Puestos a adulterar a los Borgia, nada como la transformación digital que han experimentado tanto Alejandro VI como sus hijos en el videojuego Assassin’s Creed, donde son prácticamente superhéroes.