La nueva era espacial
La pugna entre EE. UU. y la Unión Soviética animó la carrera espacial en las últimas décadas del siglo pasado. Ahora, la exploración del universo no depende tanto de las rivalidades geoestratégicas como de los intereses comerciales, que influirán decisiva
Amediados de abril de 2010, el presidente de EE. UU. Barack Obama anunció en el Centro John F. Kennedy de la NASA que en la década de 2030 se enviaría la primera misión tripulada a la órbita de Marte. Unos meses después, el Congreso de ese país garantizaba a su agencia espacial los fondos necesarios que deberían allanar el camino para poner en marcha ese ambicioso plan. Marte a la Tierra oscila entre los 55 y los 400 millones de kilómetros–, sería necesario desarrollar sistemas de protección para los tripulantes, generar de algún modo gravedad artificial y usar formas de propulsión más eficaces que las actuales. El motor de magnetoplasma VASIMR que propone construir la compañía Ad Astra Rocket permitiría, en opinión de su director, el exastronauta Franklin Chang-díaz, llegar en menos de dos meses. Una vez allí, los exploradores se enfrentarían a nuevos retos, algunos tan básicos como la obtención de recursos. Para una misión de 560 días, se estima que seis personas necesitarían 200 toneladas de equipamiento y comida. Y eso contando con que pudieran conseguir agua y oxígeno en el propio planeta. Por eso, está previsto que una nave robot transporte con antelación tanto instrumental como sea posible hasta la zona de amartizaje, incluido el hábitat de los astronautas. Además, es preciso tener
Muy
El pasado noviembre, los seis voluntarios del proyecto Mars-500 demostraron que es posible superar este escollo tras permanecer 520 días encerrados en una serie de cámaras situadas en el Instituto de Problemas Biomédicos de Moscú que simulaban las condiciones que se darían a bordo de una nave espacial.