Química para tirar cohetes
En los fuegos artificiales intervienen muchos elementos químicos... y algunos tienen su riesgo.
En la fabricación de petardos, bengalas y fuegos artificiales intervienen muchos elementos químicos... y algunos tienen su riesgo.
Las exhibiciones pirotécnicas se basan en reacciones de oxidación y reducción donde la pólvora negra actúa de combustible. La adición de estroncio, cobre y otros metales otorga a los fuegos vistosos colores rojos, azules o amarillos; y el magnesio o el cloro se emplean para acentuar la intensidad. La mezcla se coloca en un tubo de papel o cartón, para que la carga estalle en el aire en el momento preciso. En su máximo apogeo, los ingredientes alcanzan temperaturas de 1.000 a 2.000 ºc. ¡Boom! Según un estudio del CSIC sobre el impacto en la salud de los dispositivos pirotécnicos, las partículas metálicas contenidas en el humo que emiten pueden afectar especialmente a los asmáticos. Tras analizar más de 30 elementos y compuestos químicos en ciertos días del año, la investigadora Teresa Moreno confirmó que en la noche de San Juan y durante las Fallas se disparan los niveles ambientales de plomo, cobre, estroncio, potasio, magnesio, aluminio, titanio, bario, antimonio, óxido nítrico y dióxido de azufre. Las partículas pueden ser inhaladas, por lo que conviene disfrutar del espectáculo a una cierta distancia y vigilando la dirección del viento. En esta infografía figuran los elementos más usados en su fabricación.
Muy Es un agente oxidante usado en fuegos artificiales y bengalas. Libera átomos de oxígeno que interactúan con la mezcla pirotécnica para producir la explosión. También se combina con carbono o aluminio como combustible de cohetes y lanzaderas espaciales. Al ser muy contaminantes, los percloratos cada vez se usan menos, en favor de los nitratos y la nitrocelulosa. En algunos preparados pirotécnicos se utiliza glucosa o lactosa como material de combustión. Es el material combustible más habitual para quemar el oxígeno y producir las llamas de los fuegos de artificio. Su fórmula contiene nitrato potásico (75 %), carbón (15 %) y azufre (10 %), una mezcla que inventaron los chinos hace más de 500 años y que no ha sufrido cambios desde entonces. Las sales de estroncio, un metal blando y maleable, proporcionan un intenso resplandor carmesí a las explosiones pirotécnicas. En ocasiones se emplea como metal alternativo el litio, que también da un tono rojo, aunque menos brillante. Este componente produce chispas que titilan y crean un efecto visual muy llamativo. El bismuto también se presenta en forma de subsalicilato para fabricar mechas que resisten la humedad y pueden prender aun sumergidas en agua.