El abono antiplagas
Nutre las hortalizas y rechaza a los insectos que las invaden
El 0,9 % de las explotaciones agrarias del mundo obtienen sus artículos mediante técnicas basadas en la agricultura orgánica. Este sistema de producción, en auge en el Viejo Continente y, en particular, en España, prescinde de fertilizantes y pesticidas sintéticos, lo que puede suponer un problema a la hora de combatir algunas plagas. Es el caso de la mosca de la col, cuyas larvas destruyen el tallo principal o las raíces carnosas de las crucíferas, como la col y el repollo. Para mantenerla a raya, se utiliza la rotación de cultivos y se eliminan las malas hierbas donde se refugia, aunque no siempre resulta eficaz. Un consorcio integrado por instituciones y empresas europeas, entre ellas, la española Coopaman, propone usar un compuesto natural, denominado Ecobug , que funciona a la vez como abono y repelente. Ataque químico. Según Ulrike Schmid-staiger, que coordina el grupo del Instituto Fraunhofer para Ingeniería Histológica y Biotecnología, en Alemania, y que ha participado en el proyecto, “se trata sobre todo de residuos de fermentación obtenidos a partir de la producción de biogás. Estos contienen un 0,1 % de cianobacterias, que se cultivan en biorreactores”. Cuando el producto se coloca alrededor de las hortalizas, los microorganismos se degradan y desprenden un aroma insoportable para los insectos. Además, las plantas lo aprovechan como nutriente.