Arranca el primer tren subterráneo del mundo
El 24 de mayo de 1862 se realizó el viaje de prueba del metro de Londres. Se trataba del primer tren de pasajeros subterráneo del mundo, cuya apertura al público tendría lugar en enero de 1863. El día de la inauguración, los convoyes circularon en horas punta cada diez minutos. El trayecto inicial, entre Farringdon y Paddington, tenía una longitud de 6,4 kilómetros, con un total de 7 paradas, y se recorría en 33 minutos. Unas 38.000 personas utilizaron aquel nuevo sistema de transporte, que disponía de vagones de tres clases, con coches de madera iluminados con luz de gas y locomotoras a vapor. Ello obligaba a tener en los túneles chimeneas de ventilación. Aquel avance fue fruto del empeño del procurador Charles Pearson, que pretendía reducir el tráfico. En agosto de 1854 se fundó la Metropolitan Railway Co., de donde deriva metro. Una vez salvadas las dificultades financieras, se iniciaron las obras en 1860 , dirigidas por el ingeniero John Fowler. Más bajo y más lejos. El desarrollo de las locomotoras eléctricas y el progreso de la ingeniería permitió la construcción de túneles a mayor profundidad. En 1890 se inauguró una línea que ya discurría a 20 metros bajo la superficie. Hoy, el metro de Londres tiene 274 estaciones abiertas, más de 400 kilómetros de líneas en funcionamiento y da servicio a más de tres millones de pasajeros al día. Por su extensión, es la primera red de Europa, aunque en usuarios la superan París y Moscú, que en 2011 alcanzó los 9,3 millones de pasajeros al día. Un modelo exitoso. El ejemplo londinense fue reproducido en 1896 en Budapest y Glasgow. En España, la primera propuesta para construir un medio de transporte subterráneo en Madrid es de 1892, pero el proyecto que saldría adelante es de 1913, cuando la ciudad contaba con 600.000 habitantes. La primera línea, entre la Puerta del Sol y Cuatro Caminos, fue inaugurada el 17 de octubre de 1919 por el rey Alfonso XIII. Tenía un recorrido de 3,5 kilómetros, incluía ocho estaciones y en su primer año de funcionamiento fue utilizada por unos 14 millones de viajeros. En Barcelona, el primer túnel para el metro comenzó a construirse por iniciativa municipal en 1911 bajo la vía Layetana, de forma parecida a como se habían acometido las obras en Londres. Entró en servicio en 1924.