La capa de invisibilidad
Volver algo invisible implica que lo que esté detrás sea visible. El primer paso para lograr esta ilusión lo dio David Smith, de la Universidad Duke, en EE. UU., que construyó en 2006 un dispositivo que bloquea las microondas del espectro electromagnético. Así, los haces fluyen alrededor del objeto como si este fuera una roca en medio del río; casi como si no existiera. El secreto del invento consistía en el uso de metamateriales, compuestos artificiales cuya estructura les confieren propiedades ópticas que no se hallan en la naturaleza y que aportan nuevas formas de enfocar y proyectar la luz, así como otras radiaciones. “Se crean insertando en una sustancia minúsculos implantes que obligan a las ondas a curvarse en formas heterodoxas”, escribe el científico y divulgador Michio Kaku en su libro
La clave está en su capacidad para manipular el índice de refracción, la curvatura que
Gunnar Dolling y sus colegas del Instituto de Tecnología de Karlsruhe, en Alemania, han inventado un prototipo con capas de plata y fluoruro de magnesio sobre una placa de vidrio que puede hacer que las cosas al ser observadas desde todos los ángulos. O sea, un metamaterial en 3D. Y este mes de marzo, la Universidad Autónoma de Barcelona ha presentado en un cilindro cubierto con hierro, níquel y cromo, y refrigerado con nitrógeno líquido, que hace sus contenidos inexistentes para un campo magnético. Otro grupo internacional de especialistas anunció el año pasado el desarrollo de un método de impresión para generar grandes lá- minas de metamateriales de hasta 9 cm de longitud. Este avance resulta importante, porque, hasta ahora, los fragmentos más grandes no pasaban de 200 micras –millonésimas de metro– . Su objetivo es la producción en masa de material suficiente para confeccionar la primera capa de invisibilidad. El próximo paso, según Smith, será crear un compuesto flexible que inte-
Muy
← Tachááán... Científicos del Instituto Tecnológico de Massachuse s han conseguido que parte de un objeto
cuando se coloca delante un cristal de calcita –arriba–. Pronto, la magia de Harry Po er podría ser una realidad.