Organismos sintéticos
La ciencia de lo pequeño está en auge, ya sea en la manipulación de genes y células com
Muy En 2010, el biólogo estadounidense Craig Venter incubó una célula tras sintetizar su genoma en el laboratorio
En principio, Venter solo montó el ADN de un ser vivo copiando el de otro ya existente, y lo insertó en una bacteria a la que le había sustraído el material genético. Pero ¿llegaremos a crear toda la maquinaria celular de un microorganismo nuevo por completo? ¿Y de una criatura más compleja? Todavía lejos de lograrlo, el primer paso será dominar la edición y escritura del genoma. Después de todo, los
“Imagino una habitación cubierta con papel electrónico programado para mostrar una serie de pinturas de Van Gogh y periódicos enrollables y reutilizables, que se actualizan con nuevas noticias cada día”, augura Zheng-hong Lu, investigador de la Universidad de Toronto, en Canadá, y creador de los diodos emisores de luz orgánica flexibles (FLOED, por sus siglas en inglés). Con ellos, todas las pantallas podrían ser reemplazadas por una fina película ligera y transparente, capaz de adaptarse a cualquier forma. Otro material del que no se deja de hablar es el grafeno, una forma alotrópica del carbono sumamente maleable, resistente y conductora de la electricidad. En el futuro, también serán flexibles los paneles solares. La firma Dupont apuesta por su última invención: el kapton, ideal como sustrato para hacer módulos fotovoltaicos de teluro de cadmio tan delgados como una no en todos los casos existe información sobre cómo funcionarán cuando se combinen entre ellas. Porque además de contar con un archivo de los científicos necesitarán entender con exactitud sus formas de interacción. Y tan importante será conocer el funcionamiento del so ware –el programa genético– como el manejo del hardware –proteínas, membranas celulares...–. Incluso habrá que estar preparados para que el nuevo organismo evolucione, conforme a la teoría de Darwin. Para ello, sin duda, serán de gran ayuda los modelos de simulación por ordenador. ¿Está la biorrevolución industrial a la vuelta de la esquina?