Alerta: Animales avispa asesina
Procedente de Asia, una cazadora empieza a hacer estragos entre las abejas de nuestro país, que le sirven de alimento a sus larvas. Los apicultores están en pie de guerra.
La historia se repite. Como muchas especies que han salido de su entorno natural, la avispa asiática, Vespa velutina, está causando estragos en Europa, desde su llegada accidental hace algunos años. Nuestra abeja doméstica, la Apis mellifera, es su principal víctima, pues no está preparada para lidiar con este agresivo himenóptero procedente de la India, China e Indonesia. Perfectamente instalada en su nuevo hábitat, la recién llegada inmoviliza al insecto de la miel con su veneno para ofrecérsela como alimento a su progenie. Y no contenta con eso, termina por saquear toda la colmena. Picotazos letales. La Vespa velutina es mejor conocida por los apicultores como avispa asesina, dados los dañinos hábitos alimenticios que ha adoptado. En España, los productores de miel han empezado a organizarse tras descubrir avisperos de esta especie en una treintena de municipios de Navarra, el País Vasco, Castilla y León y Cataluña. La preocupación es aún mayor en Francia, donde se detectó hace siete años a la invasora, que ocupa ya la mitad de su territorio. Para colmo, en los últimos meses han muerto dos personas a causa de su picadura. El pasado 11 de junio, Marie-claire Jugla, de 59 años, descansaba en su Solo la chicha. Tras atrapar a una abeja, la avispa asiática la desmembra y se queda con el tórax, que transporta a su nido. casa de Saint-laurent-médoc, en el suroeste francés, cuando fue picada por avispas asesinas en el cuello, los brazos y el vientre. No se conocen los detalles de la agresión, pero a las pocas horas el estado de la víctima se agravó y fue trasladada de urgencias al hospital de Burdeos, donde entró en coma y falleció ocho días después. La señora Jugla no padecía ningún problema de salud importante ni había mostrado nunca alergias a mordeduras de insectos. Un incidente parecido se producía el pasado 26 de octubre en un invernadero de Blanquefort, también en el distrito de Burdeos. Michel Perlier, de 56 años, sufrió una fuerte reacción alérgica por el veneno inoculado en tres picotazos del insecto oriental. El hombre murió a las pocas horas. Días después del ataque, un grupo de vecinos localizó y destruyó el nido al que supuestamente pertenecía la agresora –o agresoras–. Más vale malo conocido. En principio, la especie invasora no es más peligrosa ni más agresiva que sus parientes cercanos en Europa, Vespula vulgaris y Vespa crabro. Sin embargo, está demostrado que la especie de origen oriental tiene la capacidad de expulsar toxinas para agredir o defenderse de sus atacantes sin necesidad de hincarles el aguijón. En cualquier caso, ante la aparición de una nueva criatura ponzoñosa, siempre es posible que aparezcan en humanos reaccio-
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