Toma nota del experto, chico
El
JMejor con enchufe. Las opciones para despojarse del vello facial son numerosas: maquinilla eléctrica o manual; con espuma, crema, gel o aceite. Se puede segar por completo, dejar la típica barba de tres días o solo recortarla. Mientras los cutis normales soportan bien el afeitado manual, los sensibles sufren menos con afeitadora eléctrica; si incorpora cargador de bálsamo o gel, mejor. Este método también es recomenda-
ayuda a cerrar los poros y calmar irritaciones
caliente antes de pasar la cuchilla. Así, se abrirán los poros y se suavizará el pelo, con lo que el rasurado posterior será más fácil. Un par de veces por semana conviene usar un exfoliante para eliminar las células muertas y oxigenar el cutis. Si se aplica antes del afeitado, arrastrará las escamas de piel seca, eliminará los puntos negros y la grasa y el apurado será perfecto. ble cuando hay acné, pues el acabado a fondo de las cuchillas manuales puede provocar cortes e infecciones. Después, conviene aplicar loción, crema hidratante y/o un producto de tratamiento. Los after shave se elaboran sin alcohol, ayudan a cerrar los poros y tienen propiedades antisépticas y calmantes. A continuación, las cremas hidratantes y antiedad, además de tonificar y reconfortar la piel, le devuelven la elasticidad. Shiseido, por ejemplo, aplica la tecnología Energeticel para combatir el efecto de los años. Esta actúa sobre los fibroblastos, encargados de la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico; y mejora el aspecto del rostro con activos que reducen la grasa y el tamaño de los poros. Asimismo, existen bálsamos específicos para el contorno de ojos, que atenúan las arrugas, las bolsas y las ojeras. El doctor Jorge Soto de Delás, coordinador del grupo español de Dermatología Cosmética y Terapéutica de la Academia Española de Dermatología (AEDV) y profesor de la Universidad del País Vasco, propone sencillas pautas para prevenir el deterioro de la piel.
Para una vida cotidiana, un índice de protección 20 suele ser suficiente, si no se padece ninguna enfermedad agravada por las radiaciones solares, ni se toman fármacos fotosensibilizantes o se han padecido tumores malignos de la piel, en cuyo caso hay que usar cremas más potentes.
Entre otras cosas, el tabaco produce disminución del oxígeno y del flujo vascular de la dermis. Además, reduce la producción de colágeno y fibras elásticas.
Es recomendable consumir cinco raciones de fruta o verdura al día y limitar la ingesta de carnes rojas y grasas de origen animal.
Dispara la producción de radicales libres.
La aplicación de cremas no solo mejora la superficie, sino también los estratos profundos.