Documentoscopia: el fraude sale a la luz
T odo puede falsificarse: pasaportes, cheques, billetes de banco, firmas... Aunque a veces es sumamente complicado. “Hasta el momento, no nos hemos topado con imitaciones del DNI electrónico”, señala José Miguel Sánchez, inspector jefe de la sección de Documentoscopia. Hay creaciones fraudulentas desde su inicio y otras que simplemente han sido manipuladas. El cambiazo de la foto de un pasaporte puede ser imperceptible a simple vista. Pero, a quince aumentos bajo el microscopio, destaca la marca de raspados y desgarros en el papel. Y bajo la luz ul- travioleta de onda corta se ven en los billetes de banco auténticos unas fibrillas que brillan como gusanos fluorescentes.
Ceros de más.
Sánchez analiza en nuestra presencia un cheque por valor de 50.000 euros. El soporte de papel lleva sus medidas de seguridad e incorpora también fibrillas, así que no es una imitación. Sin embargo, al cambiar la iluminación por otra de una longitud de onda un poco más larga para examinar la tinta con la que están escritos el nombre, la firma y la cantidad, el truco queda desenmascarado. El documento original era de 50 euros, y le han añadido los otros tres ceros con un bolígrafo diferente. En la actualidad, el Departamento de Documentoscopia, en colaboración con la Universidad de Alcalá, investiga el uso de luces infrarrojas especiales para analizar las tintas y crear, en un futuro, un banco que recopile las utilizadas por falsificadores.
Firmas sospechosas.
A estos delincuentes también se les caza gracias a la grafoscopia, que estudia la letra manuscrita en cualquier tipo de documento. “Se trata de determinar si una firma o escritura determinadas han sido realizadas o no por una sola persona”, dice Sánchez. Para ello, los expertos comparan trazos originales con otros dudosos. “En la escritura, siempre reflejamos nuestra personalidad”, asegura.