El enigma del escritor Carlos Castaneda
Vendió millones de ejemplares de sus libros y se convirtió en un mito de la espiritualidad en los setenta. Su vida continúa siendo un misterio dieciséis años después de su muerte.
El 27 de abril de 1998 moría un hombre misterioso: no se conoce con certeza dónde y cuándo nació, y nunca permitió que le hicieran fotografías. Vivió apartado del mundo y de los medios de comunicación, aunque sus libros fueran best sellers, y dejó esta existencia como la había llevado, en silencio, sin alharacas; no se supo de su desaparición hasta dos meses después. Su nombre era Carlos Castaneda. Su fama llegó en 1968, cuando la editorial de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) publicó Las enseñanzas de don Juan. En este libro, Castaneda contaba las aventuras y la filosofía mística de don Juan Matus, hechicero del pueblo indígena yaqui, en el desierto de México. Castaneda dijo haber pasado algunos años como aprendiz tras haberlo conocido en una destartalada estación de autobuses de Arizona, de camino a México. A este libro le siguieron otros dos, que fueron la base de su tesis doctoral en Antropología en la UCLA. Publicar en una editorial universitaria no es el mejor camino para convertirse en un autor de éxito, pero él lo consiguió. Sus obras aparecieron en el momento más adecuado, cuando EE. UU. se encontraba inundado por la moda de las drogas psicodélicas, la creencia en poderes paranormales y unas buenas dosis de misticismo. Mezclar todo eso con una excelente prosa llevó al misterioso Castaneda a la portada de la revista Time. A mediados de los años 70 se demostró que sus libros no eran relatos basados en una verdadera investigación antropológica, sino que más bien eran producto de la ficción: sus descripciones de la cultura y las prácticas de los yaquis contradecían lo descubierto por otros investigadores. Además, el autor cometía importantes errores al describir el medio ambiente del desierto mexicano. Que unos textos ficticios pudieran convertirse en tesis doctoral dejó en muy mal lugar el rigor del Departamento de Antropología de la UCLA. Pese a todo, las experiencias místicas que Castaneda afirmó obtener gracias al peyote, y el universo que construyó a partir de ellas, funcionaron como fuente de inspiración para muchos en la época de la contracultura. Por el contrario, su verdadera vida, que ocultó incluso a su esposa, siempre será un misterio.