Futuro: símbolos y mestizaje
Según Ramesh Jain, un experto en ciencia computacional de la Universidad de California, en Irvine, las lenguas cada vez tienden a incluir más símbolos. Esto se debe, sobre todo, al modo en que nos comunicamos por internet, donde solemos utilizar emoticonos, y probablemente permitirá que en el futuro se empleen más símbolos universales. La posibilidad de hablar con personas de cualquier lugar del mundo también favorecerá la contaminación idiomática. Por ejemplo, el Oxford
EnglishDictionary incorporó en 2011 el acrónimo LOL, que denota que algo nos hace mucha gracia. Hoy los jóvenes españoles lo usan de forma generalizada.
TODOS ANGLOPARLANTES. El inglés lleva camino de convertirse en la lengua franca mundial. Y es que, si bien hay más nativos de chino y español, aquel se habla en al menos cien países, y para 550 millones de personas es su segundo idioma. Además, dirige las relaciones internacionales, los negocios y la ciencia. La razón de este monopolio, sobre todo en este último ámbito, es difícil de saber, pero, según explica David Bellos, de la Universidad de Princeton, en su libro Unpez
enlahiguera, el inglés es más simple y flexible que otras lenguas. Eso sí, tampoco se pueden olvidar otros factores, que resumió de este modo el lingüista Max Weinreich: “Un idioma es un dialecto con un ejército detrás”.
Sin embargo, el que se hable en el futuro quizá no tenga mucho que ver con el de hoy en día, pues los hablantes de cada país incorporarán elementos culturales propios. Se impondrán lo que Anna Mauranen, del Departamento de Lenguas Modernas de la Universidad de Helsinki, denomina similects, como el chino-inglés, el inglés-brasileño, etc.