La música de las estrellas, mezclada por los DJ de hoy
Arte, ciencia y tecnología maridan bien, como demuestra cada año el festival Sónar de Barcelona, una cita ineludible para saber lo que se cuece en el mundo de la cultura electrónica y digital que celebró su 23.ª edición a mediados de junio.
Y ese podría ser también el lema del llamado Sónar+D, que es, por así decir, la pata no estrictamente musical del evento, con instalaciones, demostraciones, ponencias, encuentros de startups, etcétera. En el congreso Stage+D by Mazda Rebels se presentó, por ejemplo, lo más parecido a lo que Pitágoras denominaba música de las esferas: el proyecto Sonidos del ALMA.
Así suena Orión. El 20 de enero de 2012, el radiotelescopio ALMA –siglas de Atacama Large Millimeter/submillimeter Array–, en Chile, apuntó con 16 de sus 66 antenas a la nebulosa de Orión para po- ner a prueba la tecnología del nuevo observatorio, inaugurado oficialmente un año más tarde. Aquellos registros fueron traducidos luego por el astrónomo Antonio Hales y el ingeniero eléctrico Ricardo Finger en sonidos, asociando, como explican ellos mismos, “una tonalidad diferente a cada una de las líneas espectrales emitidas por las moléculas presentes en la fuente astronómica”.
Tras convertir las ondas electromagnéticas en ondas acústicas, Hales y Finger las separaron en tres grupos según sus frecuencias –altas, medias y bajas– y crearon una biblioteca de 1.468 efectos sonoros de libre disposición. Puedes escuchar lo que han hecho con ellos diferentes disyoqueis y compositores en la página web www.sonidosdealma.org.