Vóley-playa: diversión asegurada
Esta disciplina destaca de otras actividades deportivas por su carácter lúdico: uno se imagina inmediatamente sobre la arena con un grupo de amigos pasándolo bien. Pero, además, los efectos positivos del vóley-playa sobre la salud física y mental son notables, ya que “mejora el sistema cardiovascular, la agilidad y la resistencia aeróbica”, asegura Juan José Chinchilla, profesor de Ciencias de la Educación de la Universidad de Alicante y entrenador de esta especialidad. TE PONE BIEN EN FORMA. Otra singularidad reside en el entorno donde se practica: en la playa, “un medio que permite mejorar la coordinación, el equilibrio y los reflejos. Además, la arena representa un elemento de sobrecarga añadida para desplazarse, que exige usar más fuerza que cuando se practica en suelo normal”, señala Chinchilla.
Para jugar al vóley basta una red, un balón y marcar las líneas para delimitar el campo. En suma, pocas excusas quedan para no practicarlo este verano. El entrenador aconseja “incluir ejercicios, como carreras, saltos y desplazamientos, fuera de la arena para completar el desarrollo de la condición física”. Una recomendación que no viene sola, ya que Chinchilla recuerda que uno de sus peligros es el hecho de que transcurre al aire libre: “Es fundamental protegerse muy bien del sol e hidratarse correctamente. Por eso, resulta preferible jugar a primera hora de la mañana o por la tarde y, sobre todo, evitar hacerlo al mediodía”, sostiene.
En suma, sol, playa, diversión y ponerse en forma son los irresistibles atractivos de un deporte apto para “todas las personas, independientemente de su edad y nivel físico”, asegura Chinchilla.