Natación: un ejercicio más completo, imposible
olo encontramos un motivo por el que estaría justificado renunciar a hacerse unos largos en la piscina: padecer acuafobia o miedo al agua. Pero si afortunadamente no es el caso, sin duda tienes en la natación una de las mejores maneras para ponerte en forma, pasarlo bien y, de paso, refrescarte al aire libre.
Estos son algunos de los atractivos de un deporte muy popular que se pueden apreciar a simple vista, pero si profundizamos un poco más, descubrimos cómo nadar además mejora nuestro estado de salud de forma extraordinaria. Así lo afirma Miguel Vázquez, responsable de la sección de natación del Club Natació Terrassa, en Barcelona, quien destaca por encima de todas sus cualidades “la mejora del sistema cardiovascular”. Pero si hay una cualidad exclusiva de esta especialidad deportiva es su mínimo impacto sobre las articulaciones, por lo que “constituye un ejercicio muy recomendable para todo aquel que tenga dificultades con la carrera a pie”, sugiere Vázquez.
Ahora bien, ¿qué estilo se debe practicar? ¿Espalda, braza, crol o mariposa? ¿Quizá los cuatro? Cada uno ofrece unos beneficios específicos respecto a los demás, que nos explica este experto: “La modalidad de braza es la más técnica y resulta perfecta para mejorar la movilidad de la cadera y la fuerza del tren inferior. Por su parte, el crol es ideal para potenciar la condición aeróbica o cardiovascular. Y por último, para aumentar la fuerza de brazos y piernas y desarrollar el core o área que engloba toda la región abdominal y parte baja de la espalda, lo mejor es nadar a mariposa”. LA CLAVE, COGER BIEN EL AIRE. Una parte fundamental de la natación es la respiración, y cada estilo tiene su propia técnica y ritmo: “La del crol es lateral, y suele hacerse alternando a ambos lados, es decir, se respira rotando el cuello alternativamente hacia la derecha y hacia la izquierda. En espalda, la ventaja es que se tiene la cabeza fuera del agua, pero exige coordinar la brazada y la patada para no entrar en situaciones de mucha exigencia aeróbica; en braza y mariposa, la respiración es frontal, aunque en algunos casos en mariposa puede ser lateral”, dice Vázquez.
Hacer unos largos aporta numerosos beneficios para la salud, pero antes de lanzarse a la piscina no estaría de más tomar nota de ciertos aspectos en los que hay que poner especial atención, según el citado experto.
En crol, fíjate en la rotación del cuerpo al respirar. Es importante recordar que la toma de aire no debe ser adelantada ni atrasada, sino justo cuando la mano está saliendo del agua.
Si nadas a braza, ten cuidado con las rodillas. Si no puedes realizar el batido de la manera correcta –empujando el agua con la cara interna del pie y dibujando un círculo hacia el exterior–, debes evitar este estilo.
En mariposa es esencial mantener el ritmo y la sincronización entre la patada, la brazada y su cadencia. Si no se hace correctamente, es imposible mantener el estilo mucho tiempo.