¿Es malo meter los tomates en el frigorífico?
Según un estudio reciente, conservar los tomates en frío –a 5 ºC, que es la temperatura normal de la nevera– reduce la actividad de cientos de sus genes, algunos de los cuales producen las enzimas que contribuyen al sabor. Estas moléculas de naturaleza proteica no se recuperan cuando la fruta vuelve a estar a temperatura ambiente, como se ha visto en catas y pruebas gustativas. Además, otra investigación encontró que guardarla a 4 ºC hace que pierda sus componentes aromáticos de forma drástica.
Así pues, parece claro que meter los tomates recién cogidos en la nevera es un craso error. Ahora bien, la mayoría los compramos en la frutería o el supermercado, y para que lleguen sanos a los puntos de venta hay que refrigerarlos, por lo que el daño ya está hecho. En ese caso, hay que ponerlos en el frigorífico o, mejor, en una fresquera o despensa cuya temperatura se mantenga a entre 7 ºC y 10 ºC.