Crotaleando
El crótalo es, según el Diccionario, un antiguo instrumento de percusión, de madera, barro cocido o metal que se ataba o enlazaba a los dedos de la mano y que se hacía sonar con su movimiento.
Hablamos del antecesor de las españolísimas castañuelas, que en distintas zonas del país reciben otros nombres: palillos, castañetas, chácaras, castanyolas, terrañuilas y, en muchos lugares, crótalos. De hecho, la ciencia que se encarga del estudio de las castañuelas se denomina crotalogía.
En su versión con pequeños platillos de metal, el viejo instrumento sigue puntuando algunos ritmos árabes, turcos e indios, y también se conoce como chinchines.
Y por último, son crótalos asimismo las venenosísimas serpientes de cascabel. En este caso, el término alude a los anillos córneos en la cola del ofidio, que al agitarlos avisan de su peligro.