Parné de polímero o dinero virtual
Ala vista de que las bacterias se mueven como Pedro por su casa en los billetes, algunos Gobiernos se están planteando la posibilidad de sustituirlos por otros de polímero, un material más hostil para los microorganismos. Australia fue el primero en probarlo, aunque se hizo porque que resultan más difíciles de falsificar. Pero lo cierto es que varios estudios preliminares mostraron que los billetes de polímero, al ser menos absorbentes, no tenían tantas bacterias. Sin embargo, análisis posteriores revelaron que ciertos tipos de gérmenes viven aún más tiempo en el plástico, porque se alimentan de la grasa de nuestra piel que sí se acumula fácilmente en este tipo de superficie.
FUTURO ELECTRÓNICO. La solución más eficaz sería, en todo caso, acabar con la pasta en efectivo y evolucionar hacia una sociedad en la que solo existan monederos electrónicos, tarjetas de crédito y transacciones virtuales. Además de evitar infecciones, si eliminamos el dinero contante y sonante, damos un gran paso en la lucha contra la delincuencia, el tráfico ilegal, la evasión de impuestos, el terrorismo, la corrupción o la trata de blancas, según escribe Kenneth S. Rogoff, economista de la Universidad de Harvard, en su libro The Curse
of Cash (La maldición del dinero en efectivo).