Especialidades de la época
Muchos aspectos de la sexualidad medieval actualmente sorprenden o resultan incomprensibles. He aquí algunos:
• Para reprimir el deseo, a ellos les recomendaban sangrías en los muslos, y a ellas, fumigaciones de incienso en la zona genital.
• El derecho de pernada, o uso sexual de la plebeya en su noche de bodas por parte del noble, fue habitual sobre todo en la Alta Edad Media. Esta ley no escrita daría comienzo en España con los godos. • El aborto era castigado con la muerte en la hoguera.
• En las bodas de abolengo era normal la presencia de testigos en la alcoba para confirmar la desfloración de la novia.
• No hay evidencia de que se usaran los famosos cinturones de castidad, que sí existieron en el Renacimiento y en el siglo XIX, durante la puritana época victoriana.
• Los matrimonios de clase alta se prometían cuando el novio y la novia tenían diez u once años, pero no se casaban ni se conocían sexualmente hasta cinco o seis años después.
• Al amanecer de la noche de bodas, el hombre hacía un regalo a la mujer en compensación por la pérdida de su virginidad.
• Las posturas pecaminosas del coito, según el obispo alemán Alberto Magno, iban en este orden (de más a menos): el hombre detrás de la mujer, ambos de pie, ambos sentados y ambos tumbados de lado. • Se dice que los zapatos apuntados de los hombres se debían a que el tamaño del pene estaba supuestamente relacionado con el del pie.
• La virilidad era una exigencia, y a tal fin muchos hombres abultaban su entrepierna con un trapo o una bolsa de serrín. • El miembro sexual masculino llegó a considerarse una extensión nerviosa de la espina dorsal, de ahí el nombre cauda nervorum. • Según la Iglesia, no se podía copular si la mujer estaba indispuesta o durante la penitencia en sábados, miércoles, viernes o festivos.