UN LAGARTO BÍPEDO DEL CRETÁCICO
Hoy conocemos más de cincuenta especies de lagartos bípedos. Pero ¿desde cuándo tienen estos reptiles tal capacidad? Desde hace al menos 110 millones de años, a juzgar por una serie de huellas fosilizadas descubiertas en Corea del Sur que han permitido reconstruir la forma de desplazarse del Sauripes hadongensis, convertido de golpe en el responsable de las pisadas más antiguas conocidas de uno de estos animales. Un ejemplar de esta especie que vivió a mediados del Cretácico, en plena era de los dinosaurios, dejó en un terreno fangoso veintinueve huellas consecutivas de sus patas –veinticinco de ellas de las traseras–, una secuencia única que ha permitido a los especialistas ver su movimiento.
A DOS PATAS SE HUYE MEJOR. Yuong-Nam Lee, paleontólogo de la Universidad de Seúl y uno de los autores del hallazgo, señala que la forma y disposición de las pequeñas huellas –22 milímetros de largo y 12 de ancho– indican que el lagarto corría cuando las imprimió en el suelo. Su hipótesis es que estaba escapando, tal vez de un pterosaurio, un reptil volador que acechaba a sus presas desde el aire.