SEGURIDAD PREVENTIVA
Llevamos años oyendo hablar de seguridad activa para evitar accidentes –pastillas de freno, neumáticos, ABS, amortiguación– y de seguridad pasiva cinturón, airbag, defensas externas...–, que nos da una segunda oportunidad cuando el siniestro es inevitable. Recientemente, con la llegada de las nuevas tecnologías a la automoción nació la seguridad preventiva, que es capaz de vaticinar incidentes anticipándose a la visión humana: cámaras de 360º, sensores que detectan obstáculos o peatones y paran el vehículo, conducción autónoma...
Esto obliga a exigir en la compra de un vehículo una información exhaustiva al vendedor y no pensar que se trata de meros extras. Son componentes que, bien usados, permitirán llegar al punto de cero accidentes. Así, aunque vayas en caravana, la aparición de un animal en la carretera o un gran bache pueden superarse con anticipación. Pero siempre sabiendo que, aun a bordo del nuevo Audi A8, que para mí es la máxima expresión real de seguridad preventiva hoy, nunca debemos relajarnos al volante. Nuestra vista, brazos y piernas tendrán la última palabra.