El imperio del irracionalismo galáctico 5 STAR WARS. EL DESPERTAR DE LA FUERZA
De qué va. Una chatarrera llamada Rey se topa con un droide (BB-8) que guarda el fragmento de un mapa estelar con la localización Luke Skywalker. La joven tendrá que impedir que dicho mapa caiga en manos de una orden que planea reconstruir el Imperio y exterminar a los jedis.
Qué nos dice. Que la lucha del bien contra el mal define el mundo y que en esa batalla la ciencia es mucho menos importante que la magia y lo sobrenatural. Aunque
Star Wars contiene los escenarios tecnificados más formidables y creíbles, apuesta por el irracionalismo de tal forma que se aleja de los cánones propios del género de la ciencia ficción. Pero solo por el impresionante éxito mundial que ha obtenido la saga desde el estreno de su primera película, allá por 1977 ( La guerra de las ga
laxias), no incluirla en esta lista sería más que nada una falta de respeto.
Cuál es su ideología. En parte, es conservadora. El Imperio es una versión de un Estado tiránico y demoniaco, marxista-socialista, urbano y tecnificado, que usa la ciencia para fabricar armas que destruyen planetas; todo al estilo de la antigua Unión Soviética. La desobediencia se castiga con la muerte. Un resumen perfecto del enemigo que representa para todos el miedo del pensamiento conservador.
Por otra parte, Luke y los rebeldes personifican a la República, una sociedad de economía agraria donde la libertad es importante y en la que destaca el héroe blanco –con ciertas excepciones, como el personaje de Finn, que es afroamericano–, de una élite de elegidos, y también el individualismo. Es una saga conservadora de signo liberal que, a su vez, está aderezada con guiños progresistas a la ciencia –los fieles androides R2-D2 y C-3PO– y con caballeros –Luke y Obi-Wan Kenobi– que luchan contra el feudalismo de los señores –Lord Darth Vader–.