UNA 'PLAYLIST' PARA MONOS CON BUEN OÍDO
VARIOS EXPERIMENTOS APUNTAN A QUE NO SOLO LOS HUMANOS SOMOS CAPACES DE DISTINGUIR PATRONES SONOROS Y DISFRUTAR CON ELLOS.
HAY EVIDENCIAS DE QUE LA PREPARACIóN del cerebro para la música puede tener orígenes muy profundos, ya que algunos primates no humanos tienen también la capacidad de reconocer pequeñas diferencias entre las combinaciones de sonidos. Así, Tasuku Sugimoto y su equipo de investigación de la Universidad de Kyushu (Japón) han tratado de profundizar en el debate sobre el origen biológico o cultural de estas tendencias mediante pruebas realizadas a una chimpancé de diecisiete semanas de edad, llamada Sakura. Pues bien, la joven simia activó más veces la reproducción cuando se trataba de música a priori armoniosa que con las canciones manipuladas por los investigadores para que sonaran de forma disonante.
Además, Andrea Ravignani, de la Universidad de Viena (Austria), ha descubierto que los monos ardilla pueden reconocer diferencias sutiles en los patrones de sonidos de la misma manera que los humanos distinguen entre melodías o frases de palabras en el lenguaje hablado.