Cuando tener hijos es un laberinto
Adoptar hijos conlleva un proceso complicado para las familias
de toda la vida, y la dificultad crece si hablamos de los nuevos tipos de pareja o las personas solas. Según Ricardo Vázquez Almagro, de la Asociación de Familias LGTBI Galehi, pese a la permisiva legislación española sobre la materia, gais y lesbianas lo tienen mal cuando los niños que pretenden ahijar proceden de Estados que no admiten el matrimonio homosexual: es decir, de la mayoría. Los únicos que lo aceptan y además tienen convenio con España son Brasil y México. Adoptar dentro del territorio nacional es más fácil, sobre todo en Andalucía, que cuenta con listas abiertas, y más si se trata de niños con enfermedades.
En el caso de los hombres solos y las parejas gais, la otra posibilidad para tener descendencia es la gestación subrogada (los llamados vientres de alquiler), que aún no es legal en España. Casi su única opción es acudir a Estados Unidos, donde se concede el pasaporte a estos bebés. Eso sí, el proceso puede costar entre 120.000 y 220.000 euros. Las mujeres solas y las parejas lesbianas cuentan con más probabilidades de tener vínculos genéticos con el hijo deseado, ya sea mediante el pacto con un padre biológico, la inseminación artificial o la fecundación in vitro.