De palabras
Almagre, amapola, bermejo, bermellón, burdeos, cadmio, cangrejo, cardenal, cereza, coral, de China, de Japón, granate, flamenco, fresa, indio, inglés, jaspe, óxido, persa, salmón, sangre, plomo, Siena, Venecia, terracota, Tiziano... Son, entre otras muchas, las variedades con las que puede manifestarse el rojo, desde la tonalidad más rabiosa hasta el discreto rosa pálido.
Y entre los más curiosos está el Ferrari o rosso corsa –‘ rojo de carreras’–. Cuando comenzaron las competiciones automovilísticas, la Federación Internacional decidió que los coches ingleses fueran verdes; los alemanes, blancos o plateados; los franceses, azules; y los italianos, rojos. Una muestra de la tonalidad, utilizada desde entonces por los Fórmula 1 de la scuderia Ferrari, fue lanzada al espacio a bordo de la sonda Mars Express, con rumbo a Marte, en junio de 2003. Y el nombre que recibió fue Fred, fusión de Ferrari Red.