La nueva vida de la cigüeña
Al final del verano, esta especie emigra de Europa a África en busca de calor y comida. Pero numerosos ejemplares ya no lo hacen, o van mucho menos al sur. El cambio climático y la abundancia de vertederos que les proporcionan alimento fácil están convirtiendo a estas aves en animales sedentarios y muy dependientes de nuestros desperdicios.
Estas fotos se hicieron cerca de los grandes vertederos del sur de Madrid, y algunas de ellas en pleno invierno, lo que ilustra los nuevos hábitos de las cigüeñas
La cigüeña blanca, Ciconia ciconia, lleva siglos viviendo entre nosotros. Carnívora, busca su alimento (insectos, peces, pequeños mamíferos y aves, reptiles...) en zonas de vegetación baja, de forma que las tierras cultivadas son perfectas para su existencia. Además, iglesias y torreones –y ahora los tendidos eléctricos, entre otros elementos modernos– les proporcionan espacios para sus nidos, más allá de los árboles. Siempre ha sido una especie migratoria. A finales de agosto y principios de septiembre, las cigüeñas europeas vuelan a África para pasar los meses fríos en un entorno más cálido y rico en comida. Pero en los últimos años este hábito ha cambiado por dos razones: unos inviernos más cortos y templados en sus zonas de cría, debidos al cambio climático; y el aumento de una fuente alimenticia segura, fácil, abundante y permanente. Hablamos de los vertederos urbanos.
Algunos ejemplares siguen emigrando al sur, pero cada vez más permanecen en el mismo sitio todo el año o emprenden desplazamientos cortos hacia los siempre bien provistos restaurantes de desperdicios humanos. Son aves con una gran capacidad de adaptación a los cambios medioambientales provocados por nuestra actividad, pero la abundancia de comida basura que les facilita la vida tal vez sea peligrosa: la clausura de un vertedero en el que se alimentan miles de ejemplares puede generar una gran mortandad al dejar a esa población desprovista de alimento de un día para otro, y aún desconocemos los efectos a largo plazo de la nueva dieta en la salud de las cigüeñas. A menudo, estos animales acaban ingiriendo plásticos y metales, o alimentos contaminados con detergentes, ácidos y otros productos químicos.