PASO A PASO
LO PRIMERO ES PESAR LOS COMPONENTES sólidos del experimento. Utilizamos 7 gramos de bicarbonato sódico y 21 gramos de azúcar blanco ( 01). Luego machacamos y mezclamos ambas sustancias en un mortero, y preparamos un lecho de arena sobre la superficie en la que vayamos a hacer la prueba. A continuación, cortamos con unas tijeras el cuello de una botella de plástico, y lo usamos como recipiente en el que poner la mezcla de azúcar y bicarbonato, que seguimos removiendo tras añadirle unas gotas de alcohol que la convertirán en una especie de pastilla ( 02).
Llega el momento de verter un chorrito de alcohol sobre el centro del lecho de arena ( 03). Depositamos la pastilla formada en el recipiente de plástico justo en ese punto de la arena, con cuidado para que no se rompa al caer ( 04). Aplicamos el fuego del encendedor, el alcohol y la mezcla se calientan, y se produce una reacción química que infla y ennegrece el azúcar ( 05). Obtenemos una serie de formas alargadas que recuerdan a retorcidas serpientes (